Arcos del Parral,sábado,3 de octubre de 2009.
A veces entrar a un asador tradicional de Lechazo en Horno de leña se convierte en una seña de identidad para quien se siente de Burgos. Cuando recibimos una visita de un buen amigo o familiares muy queridos, tenemos siempre esa baza, llevarles a uno de lo 10 o 12 asadores buenos de nuestra capital o a uno de los 25 asadores buenos de nuestra provincia. Si además hace tiempo que tú mismo no has comido lechazo la experiencia vuelve a ser completa.
Porque la calidad de la materia prima suele ser óptima y la competencia entre los distintos asadores hacen imposible que ninguno de ellos se relaje en el buen hacer del cordero. En ese momento podemos compartir con nuestros huéspedes la íntima sensación de ofrecerles cultura que entra por la boca, o satisfacción elevada al cuadrado.
Lo antes dicho se adorna con un elemento a veces circunstancial y a veces esencial como es la elección de un buen vino. Esa satisfacción íntima nos llega también al abrir la carta de vinos y saber que muchos de los mejores también son de nuestra provincia.
Todo ello sucedió, sin darnos cuenta, al comer en Arcos del Parral. Un restaurante que trata de ofrecer calidad y simplicidad; calidad en las materias primas y simplicidad en las elaboraciones. El resultado: recordar aquella comida como una gran comida.
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