Hemos estado dos días en el valle de Mena. Los paisajes meneses son espectaculares y se tiene la sensación de haber hecho un largo viaje hasta estar allí. Es muy chocante ver ese espacio y saber que es burgalés. Es un lugar donde hay iglesias románicas como San Lorenzo de Vallejo o la de Sta. María de Siones. Nacen numerosos ríos espectaculares, crecen frutales con piezas asombrosamente grandes y además hay restaurantes sublimes.
En lo que corresponde al turismo, la oficina de turismo de Valle de Mena, situada en Villasana, es un lugar donde nos encontramos con todo lo que hay que ver y nos lo explican con calidad y con calidez.
La estancia en el Hotel Cadagua fue intensa. La comida de Juan Peña, el gusto por lo bien hecho que se respira en el hotel, así como el trato cercano y familiar en el que Mila lleva las riendas con dulzura, nos permitieron disfrutar al máximo de nuestro tiempo. Es increíble cómo un destino tan cercano se vuelve sumamente exótico.
La gastronomía menesa, burgalesa y mundial también tienen en el valle a un gran representante. Juan Peña Vicario es un cocinero virtuoso, elegante y sencillo. Su comida es original y sorprendente, limpia, sabrosa y delicada. Es uno de los mejores cocineros que trabajan en Burgos y el buen gusto por cocinar se trasmite a todas las estancias del hotel Cadagua. El resultado es la coherencia personal y profesional. El hotel Cadagua y el Restaurante La Peña son lugares imprescindibles en la gastronomía burgalesa actual.
Salud a todos para poder ir allí.
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