29 de agosto de 2011

De lo fácil a lo difícil. La Pedraja. 11 08 2011

Es muy agradable descubrir restaurantes burgaleses donde se come realmente bien. Casi todos los más famosos están en el centro de la ciudad de Burgos. Sabía que La Pedraja, un restaurante situado en Gamonal, tenía algo especial y llegó el momento de comer allí.






Michel es el propietario y un perfecto anfitrión. Está pendiente de tomar nota y de servir la mesa. Y se nota que le gusta lo que hace. En difícil en nuestros restaurantes que un camarero-metre tome la iniciativa y nos ofrezca los platos más adecuados a nuestros gustos y a nuestro momento de manera suave y convincente. Y sobre todo nos hace sentirnos bien en el local, en su casa.






El resto es de una alta calidad. Los platos que nos ofrecieron tenían un gran punto y se notaba que la cocinera resaltaba cada receta; las personalizaba aunque tuvieran un nombre habitual como “calamares en su tinta”. Esa cocina tradicional no existe si no hay un cocinero en el presente que pone su sensibilidad para hacerlo redondo, disfrutable y sabroso ahora. Hacer un tomate frito casero es relativamente fácil pero hacer un tomate casero maravilloso es muy difícil. Y allí lo encontramos. La salsa de tinta de calamares también nos convenció.

¿Un buen cocinero puede hacer un plato mal? Sólo si lo hace con poco interés. O pasa un mal momento. Alguien que sabe escribir con buena letra es difícil que empeore su caligrafía salvo que lo haga aposta o tenga mucha prisa.

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