22 de septiembre de 2010

Una realidad mejor. Casa Ojeda, 18 de septiembre de 2010.

Casa Ojeda es un lugar tradicional de Burgos. Se trata de un restaurante mítico. A mí ese carácter siempre me había cohibido para ir a Ojeda. Era como entrar en el Burgos de otra época y no me interesaba poderme encontrar con personajes “inventados” del pasado; siempre me había identificado más con restaurantes pequeños de gente joven. Esa idea de los abrigos de piel y los cumpleaños de abuelos en familia me retraía.



Era un esquema hecho y un prejuicio que rompí este sábado por una ocasión especial. El trato de Luis, Eladio y Salvador absolutamente cordial y cercano en los meses previos me hicieron reconocer la cena en el Ojeda como un buen sitio para celebrar un cumpleaños en pareja. El resultado fue formidable.



El esquema se me rompió nada más entrar con el trato de Salva y con una comida excelente, difícil de comer en ningún otro restaurante de Burgos. Y una cocina absolutamente actual. La ensalada de colas de cangrejo es uno de los platos más sabrosos y elegantes que he comido nunca, y fue el plato que abrió la cena.

El resto de los platos eran sobresalientes y sorprendentes y muchos de ellos entraban en el comedor con un trabajo de cocina absolutamente minucioso y que otros lugares no pueden ofrecer. Así, los chipirones y las mollejas traían una limpieza absoluta y tenían un tamaño perfecto. Era como una escuela de oficios bien engranada en la que estaba todo de 10. La sala, la cocina, los postres eran perfectos.






Con una sonrisa compartida en pareja, agradecidos por un trato personal afectuoso, nos fuimos a casa pensando que había sido el mejor regalo compartido y una gran idea.



A veces los prejuicios y los preconceptos crean satisfacción: cuando se disuelven y dan paso a una realidad mejor y más estimulante.





2 comentarios:

  1. aveces nos sorprende lo clasico y otras veces es sorprendente lo fácil que que es razonar y creer en lo bien hecho sin extridencias.

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  2. El ojeda siempre fue la Catedral de la Restauracion de Burgos, codo con codo con El Landa. Lo que ocurre es q la cocina castellana de antes, dulces aparte, era mas corta y algo mas tosca, pero tenia quizá mas verdad que la de ahora

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