29 de julio de 2010

Ejemplo de esfuerzos aprovechados. Tapería Royal, 22 de julio de 2010

Fue ilusionante comprobar cómo la tapa caliente ganadora del concurso de San Pedro 2010, titulada quesithake, seguía en el mostrador de la Tapería Royal. Es una tapa muy buena, bien pensada, bien presentada y con mucho sabor. Además de ésta también aparecen otras tapas ganadoras o finalistas de concursos anteriores, también de los concursos de San Lesmes (como la de la foto que sigue)



Las tapas tenían sus carteles con el fin de que los clientes pudieran comer lo premiado y como refrendo del trabajo de cocina durante años. Así, el negocio gana prestigio y también gana un conjunto de trabajos, de tapas que generan negocio.

De esta manera descubrí que los concursos de tapas de Burgos pueden generar ideas interesantes aunque hasta el momento la calidad no haya sido desbordante. Si se promueve un premio y varias personas se ponen a pensar recetas nuevas es posible que lleguen a realizar recetas que se conviertan en tradicionales en varios años.

Es un despilfarro de esfuerzo y talento aceptar un concurso en el que el 80% de los presentados acceden sin interés por ganar. Tiene un resultado cero, escaso, mediocre.

Si surgieran cinco tapas excelentes en cada concurso en 10 años habríamos aportado a nuestra gastronomía unas 100 recetas dignas que mejoren nuestra oferta, nuestro interés, nuestra vida.

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