15 de septiembre de 2012

Movimiento gastronómico burgalés 9. Sobre asadores y comida tradicional. Mesón del Cid 1 5 2012.



En lugares como Burgos es difícil que los turistas y visitantes dejen de hacer lo que creen que tienen que hacer. Me refiero a que cuando vienen aquí están deseando encontrar un Burgos medieval, de “comida tradicional”. Están deseando comer lechazo y están deseando ver la catedral. Y en realidad se conforman con eso por dos razones: porque es el plan que traen de casa y porque una vez aquí no encuentran con facilidad más alternativas. Pero probablemente también es lo mejor que pueden hacer si están unas horas.


Aún recuerdo cómo cuando vino Rodrigo de la Calle y Santiago Orts a dar una charla en el Museo de la Evolución sobre gastrobotánica se morían por comer un buen lechazo. Se les hizo tarde y se fueron con ese recuerdo de lo que no hicieron.



Así es nuestra gastronomía, no hay alternativas si no damos a nuestros visitantes más de una comida o cena. Si se quedan dos días, entonces podremos ofrecerles creatividad gastronómica burgalesa. Esa creatividad así, de momento, sólo se sustenta con los propios burgaleses que necesitan sorpresas en los platos.

Pero para estas propuestas de asadores al estilo Casa Cándido, Burgos tiene referencias realmente buenas como es el caso del Mesón del Cid. Pedro López es un gran cocinero que entiende que su papel en el restaurante es no defraudar con lo tradicional y poder ofrecer destellos de novedad a quienes quieran verlos.



Casa Ojeda, Casa Azofra, Puerta Real, Restaurante San Lorenzo, Rincón de España, La Galería, etc, son, a su manera, exponentes de esa oferta tradicional en la que hay mucho talento detrás. Son además, los negocios más importantes que pueden tomar más protagonismo para que nuestro turismo tenga más alternativas defendiendo su papel entre entidades públicas y privadas.


… seguimos

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