… Nuestro trabajo está en la Avenida de la Paz y tenemos a menos de cien metros un restaurante grande. La Vianda lleva varios años abierto y por los rigores del tiempo en que vivimos está impulsando una barra de tapas que es absolutamente espectacular. Juan Manazano y Maru Díaz son los responsables gastronómicos del lugar (para Juan sólo “son “cocinetas”, ni artistas ni nada”) Pero son buenos.
Con un carácter impulsivo y fuerte marcan un territorio en el que esperan ofrecer algo distinto, capaz de convencer a comensales de todo el mundo, y que a la vez les convenza del todo a ellos mismos. Es la vía para ganarse a los burgaleses de una vez, trabajo arduo al menos. He probado alrededor de 20 tapas distintas, todas por debajo de 2,5 euros, y son realmente otro mundo. Me refiero a que no hay referente en esta ciudad con lo que se pueda comparar. Al menos yo no lo conozco (avísenme aludidos).
Las tapas son como pequeños platos de restaurante y son sabrosas, finas elegantes, contundentes y con una presentación estudiada en cada caso. Ahora, hoy, ponen en la barra calzots con romescu, acercándonos una moda consistente en el tiempo. Pero la oreja con langostinos, el ravioli de panzeta, los langostinos con remescu, o los espagueti negros son ejemplos de maravillas a precio bajo.
A veces, en los momentos duros, necesitamos que alguien nos reconozca. Espero que esta entrada dé aliento a Juan y a Maru al menos mientras lo lean. Espero que agranden el éxito en la barra y rematen en el comedor. Espero que cuando vuelva siga habiendo sitio y no se hagan ricos demasiado pronto…
Seguimos….
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