23 de noviembre de 2009

Restaurante vacío. Restaurante Hotel NH Palacio de la Merced, 18 11 09.






Sentarte a comer en un restaurante vacío suele crear un cierto desasosiego. Primero, porque tienes varios camareros, o uno solo, para tu propio servicio. Segundo, porque crees que la elección de restaurante no ha sido la correcta. Tercero, porque no ver a nadie hace que te concentres más en la conversación y degustes la comida “sin ruido” y ello choca contra las sensaciones anteriores.


El concentrarte en la comida y hablar sobre ella según van llegando los platos es muy importante, y a veces, con más bullicio se pierden detalles. Cuando como en la Merced se trata de ofrecer pequeños brillos que diferencian lo habitual de dicho restaurante, atender a los detalles es “comer”.


Si la comida se basa en una deconstrucción más y se trata de presentar platos tradicionales revisados hay que atender a si es verdaderamente buena dicha transformación. Y lo son. La sopa castellana sorprende, aunque se haya visto mucho. Es como regalar un buen juguete en desuso.


1 comentario:

  1. Hola

    Yo no se si el restaurante tiene diferente cocina con motivo de las bodas y para la carta. Sin quitarle lo suyo a la ubicación y al sitio, a mi en el tema bodas no me ha gustado demasiado. http://masalladelasfamosasguias.blogspot.com/2011/03/aunque-este-principio-no-se-aplica.html
    Un saludo

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