27 de diciembre de 2010

Una fideguá antológica. Fábula 4 12 2010






La transformación de Fábula ha sido serena pero profunda. Junto a platos nuevos siguen estando “los ravioli de verduritas y langostino”. Pero noto mayor efervescencia en el trabajo de cocina y de sala. Los menús: burgalés y de degustación, son muy buenos y tienen un precio ajustado. La luz brilla más en la cocina, la luz entra en la sala y aparece un sentido primaveral a la hora de comer y de cenar.





Y por supuesto aparecen nuevos platos absolutamente meritorios. La “fideguá de picadillo y ñoquis de sepia” es una prueba de esa nueva etapa. Recoge esa idea mediterránea de comer y denota un talento renovado y optimista. Y sobre todo me gusta darle la vuelta a los risottos que han aparecido demasiadas veces últimamente en las cartas, sobre todo aquellos acompañados de boletus. Los fideos caramelizados y dorados tienen un punto suculento y ligero difícil de encontrar en otras pastas.



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